Hola
@davidian .
Me alegra ver a alguien que no se amilana ante la prepotencia de Volvo Cars (y sus concesionarios) y que va a intentar defender sus derechos hasta el final.
Conformarse con que sea el jefe de taller de turno el que tenga a bien interceder entre Volvo y la reclamación absolutamente legitima de un cliente que ha sido estafado en la compra de un vehículo fallido no es de recibo. Mas aun cuando esa intermediación esta condicionada por lo “buen cristiano” que se haya sido durante el tiempo que se ha tenido el vehículo, pasando por el “confesionario” regularmente a recibir la eucaristía en forma de abultada factura por un cambio de aceite y filtros, amen de comulgar con cambios de pastillas, líquidos de frenos y otras mierdas con apenas 2 años.
Todo esto esperando que el citado jefe de taller haya tenido un buen día a la hora de recibir la reclamación y se le haya lamido el culo convenientemente para que en su ego se sienta lo suficientemente importante e imprescindible para tener a bien conceder la gracia de comunicar a Volvo (o señor) que el coche que le ha vendido al pecador Fulanito de Tal tiene un defecto de fabricación.
“Alabar al señor” cuando se recibe como respuesta que Volvo, en su infinita bondad y sabiduría, va a perdonar nuestros pecados haciendo una “atención comercial” al cobrar solo un porcentaje de una infladísima factura por algo que es únicamente responsabilidad de la marca, supone una tibieza enorme, y asumirlo como normal de una docilidad ridícula.
Suerte y ánimo.
La lucha sigue… Zapata vive…