Nadie discute que el nuevo sea más moderno, eso es obvio.
Pero tampoco se puede demostrar que lo más moderno sea necesariamente mejor, porque -por suerte o por desgracia- el mundo de la automoción está plagadito de “avances” que resultan ser fiascos a corto/medio plazo.
Un moderno 2.0 de 4 cilindros es indiscutiblemente más eficiente, potente y ecológico que un viejo 2.4 de 5. Pero si la parafernalia anticontaminación hace que se me rompa en tres días y además suene y estire menos, pues igual resulta que prefiero mil veces el viejuno, porque valoro que me dure y no me dé guerra. Si seguimos fielmente las directrices de la sociedad de consumo y vamos a cambiar el coche cada cuatro años, probablemente no nos preocupe si se rompe o no, pero eso tampoco significará que el nuevo “sea mejor”.
Yo he puesto el ejemplo con el motor, pero no hay que romperse mucho la cabeza ni tirar de hemeroteca para encontrar muchísimos avances anunciados a bombo y platillo, que luego resultaron ser humo engañabobos.
Irá mejor el chasis del 90 que el del 70? Seguro que sí, pero si el 70 va de lujo -y lo puedo asegurar-, a lo peor la única justificación para mejorar en algo es puro esnobismo.
En todo caso, a mí me parece todo muy bien y he sido el primero que le ha recomendado al muchacho cambiar el coche, porque es lo que de verdad le apetece hacer y estará bien.
Pero el argumento nuevo=mejor no te lo compro. Ni regalao, tampoco