Reproduzco lo leído en un artículo de prensa reciente, pongo el enlace y entresaco algunos párrafos que me parecen muy ilustrativos, para su consideración:
https://motor.elpais.com/actualidad/por-que-pueden-empezar-a-venderse-de-nuevo-mas-coches-diesel/
La patronal denuncia la incongruencia de las legislaciones contra el diésel, especialmente en una etapa en la que la implantación del vehículo eléctrico resulta todavía claramente insuficiente y residual para contribuir a la reducción general de las emisiones. Según Faconauto, un automóvil diésel de última generación emite hasta un 20% menos de CO2 que otro correspondiente de gasolina.
Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, lamentaba así la situación que se está produciendo: “Se quieren acelerar los procesos sin que ni la tecnología ni los compradores estén preparados. Los ambiciosos límites establecidos por la UE son un intento de acelerar la llegada de una movilidad descarbonizada, objetivo que compartimos en el fondo pero no en la forma. Nos falla el calendario, porque, para cumplirlos, hoy en día el vehículo eléctrico por sí mismo no es la solución, ya que no está suficientemente extendido, lo que nos lleva a tener que apostar de nuevo por el diésel de última generación. El resultado es la confusión de los compradores y el retraimiento del mercado”.
https://motor.elpais.com/actualidad/por-que-pueden-empezar-a-venderse-de-nuevo-mas-coches-diesel/
La patronal denuncia la incongruencia de las legislaciones contra el diésel, especialmente en una etapa en la que la implantación del vehículo eléctrico resulta todavía claramente insuficiente y residual para contribuir a la reducción general de las emisiones. Según Faconauto, un automóvil diésel de última generación emite hasta un 20% menos de CO2 que otro correspondiente de gasolina.
Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, lamentaba así la situación que se está produciendo: “Se quieren acelerar los procesos sin que ni la tecnología ni los compradores estén preparados. Los ambiciosos límites establecidos por la UE son un intento de acelerar la llegada de una movilidad descarbonizada, objetivo que compartimos en el fondo pero no en la forma. Nos falla el calendario, porque, para cumplirlos, hoy en día el vehículo eléctrico por sí mismo no es la solución, ya que no está suficientemente extendido, lo que nos lleva a tener que apostar de nuevo por el diésel de última generación. El resultado es la confusión de los compradores y el retraimiento del mercado”.
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