Volvíamos de Nerja a Madrid. Habíamos disfrutado de una comida no copiosa pero tampoco escasa. Sin alcohol como dicen los manuales. Nuestro XC 60 que habíamos comprado nuevo 4 años antes. Ventitantos grados que con el aire quitado se iban acercando peligrosamente a los 40 y algo. Motril, pasamos Granada, cierta somnolencia, Iznalloz, cruiser a 120, curva a izquierdas que el coche ya sin nadie que le gobierne osó tomarla recto. Salto tremendo a la salida de carretera, suspensión delantera derecha destrozada, rueda plana. Tomamos la diagonal en sentido ascendente por una ladera de ventitantos por ciento de pendiente arrasando con piedras, retamas, arbustos... afortunadamente ningún árbol. Cuando de repente despiertas, tocas el freno con suavidad, se desactiva el cruisser y el coche se detiene ya casi en la parte más alta justo donde se inicia una fuerte caida hacia la otra vertiente. Milagroso. Una vez parado giras la llave, activas el freno electrónico y desconectas tal como harías en cualquier zona azul. Nada anormal, el coche, lo que se denomina el habitáculo, está impecable. En un instante haces balance, tu santa está con todos sus músculos y huesos en orden. Tu igual, más allá de la sensación que te va invadiendo por momentos de ser un auténtico gilí. Sales del coche con normalidad absoluta, la puerta se abre cómo siempre y se cierra igual. Ahí ya ves la movida, los retrovisores, el exterior de las puertas, los parachoques, los airbags....un poema. Sacas el móvil, marcas el 112 y no funciona, no da señal. Mentira!! No te enteras de que tras pulsar los dígitos hay que darle a la tecla de llamada. Es el espasmo, el estrés competitivo que hace estragos. Afortunadamente algunos coches que han parado solidariamente hacen ese trabajo. En un par de minutos aparecen los bomberos, los primeros. Viva el Cuerpo!! Se acerca uno de ellos con unas grandísimas tenazas, se supone que para roturar la chapa y desalojar pasajeros atrapados. Nada más innecesario. El buen hombre abre la puerta con absoluta normalidad. Buen carro!! dice con cierta incredulidad y admiración. Van llegando sucesivamente la Cruz Roja, la ambulancia, Protección Civil y la Guardia Civil. Todos ellos se cercioran y aplauden que la pareja estamos impolutos, incluso guapos.
El tema da para más pero para no aburrir me voy directamente a las conclusiones:
1 En esa situación, con AWD y 3 ruedas operativas, 1 delantera y las 2 traseras, el coche siguió su trayectoria sin problemas. Supongo que con solo tracción delantera hubiera sido realmente divertido.
2 En esta vida se puede hacer de todo menos morirse.
3 Mi compañía lo declaró siniestro total y me pareció razanable. Y por 2 motivos principales, primero porque da yuyu volver a conducir ese coche, segundo porque me informé de que una vez estallados los airbag's delanteros hay que cambiar todo el conjunto y eso cuesta un pastón. Y arreglar todo el resto.
4 El coche era un XC60. Un VOLVO. O sea, un VOLVO. No se si he dicho que era un VOLVO.
5 Después de esta película nos compramos un XC90, extrañamente otro VOLVO. Digo bien, un VOLVO. Este de segunda mano, 6 meses y 10.000 kms menos que el anterior y con el seguimos tan pichis.
Asique S40d no he podido por menos que empatizar con tu historia y lo único que deseo es que tengas toda la suerte del mundo con tu nueva adquisición.
Enhorabuena campeón.