Querido paisano Arial, no puedo compartir, por tendencioso, el artículo de prensa que enlazas, ni el espíritu derrotista que de él emana.
Es tendencioso porque pretende ignorar que estamos en un estado fuertemente descentralizado en el que la mayor parte de las competencias que cita dependen exclusivamente de los gobiernos autonómicos. Es cierto que al gobierno del estado le corresponde coordinar y armonizar, especialmente en momentos de crisis excepcional, como es el caso, y que todas las partes tienen su ámbito de responsabilidad por errores y omisiones, habidos y por haber, pero mayor responsabilidad tiene quien mal gestiona lo que le corresponde y echa balones fuera, tanto cuando ejerce sus competencias, sin asumir debidamente sus responsabilidades, como cuando lo hacen otros y reclama que se las invaden. La situación actual de la comunidad madrileña es, por desgracia, un buen (mejor dicho, mal) ejemplo, aunque no es la única.
Estamos en un momento difícil, que sólo superaremos con espíritu y propósito de cooperación y amplitud de miras, que, ciertamente, brillan por su ausencia, pero confío, y quiero creer, en que acabarán imponiéndose.
España es un gran país, con virtudes y defectos, virtudes que aprecian más los ajenos que los propios por una especie de complejo de inferioridad colectiva que nos hace ser, en más ocasiones de las debidas y de forma estéril, hipercríticos y autodestructivos. Conozco bien ésto porque trabajo y colaboro en proyectos transnacionales en los que participan españoles, portugueses, franceses, alemanes, belgas, lituanos, croatas..., y podría seguir. A muchos de vosotros, también os ocurrirá, de una manera u otra y podréis igualmente valorar desde esa perspectiva.
En cuanto a los defectos, de lo que yo estoy más harto es de la falta de civismo, que se traduce en basura esparcida que ya recogerán, patrimonio descuidado, alterado o pintarrajeado que ya limpiarán, mobiliario urbano vandalizado o paisaje degradado, que ya repararán... No es un problema responsabilidad de políticos o educadores, aunque sí es un problema de educación, pero ésta no depende sólo de la escuela, sino de la complicidad con ésta de las familias, por lo tanto es un problema y responsabilidad social, es decir, de TODOS los que integramos nuestra sociedad actual. Los ciudadanos hemos de asumir también nuestra responsabilidad.Entre todos lo arreglaremos o lo acabaremos de estropear