No es más que otro clavo en el ataúd de las libertades que hemos podido disfrutar. Ahora los neomalthusianos que de verdad gobiernan, (no los peleles títeres que hemos venido padeciendo en los sucesivos gobiernos) ya están vendiendo la escasez como vehículo para iniciar la carestía de todo. ¿Que ha cambiado ? realmente nada y mucho. El despertar de China, es la clave.
China esta dejando de ser el sumidero de deflacción del mundo para convertirse en una nueva super-mega-potencia. Y si , tiene una masa monetaria brutal y la está usando. básicamente lo que no consiguieron con el comunismo (descabalgar a occidente y en especial a Europa de la silla) lo está consiguiendo usando precisamente el capitalismo. Y si alguno piensa que me he vuelto a ir por los maravillosos Cerros de Úbeda esta muy equivocado. China nos está torpedeando y como somos gilipollas por encima de nuestras posibilidades nos hemos dejado. Ahora todos los que usaron la mano de obra china para tri forrarse se arrepienten. Han dado la vuelta a la ecuación, ahora son ellos los amos. Los patronos que se están quedando con las materias primas de África, con los recursos de Rusia (no le queda mucha mas salida con la que ha liado) y con todo el Konw-How de occidente. China es un peligro tan brutal que los USA, GB y Australia ya han montado más o menos en secreto una triple entente para pararles el paso militarmente.
Todo este fervor de nuestros aparentes gobernantes de nuestras aparentes democracias por la transición ecológica, el coche eléctrico y la fiebre de la placa solar que nos asola proviene de China, beneficia a China y solo a China. A su vez es la más beneficiada por la guerra en Europa, por la pandemia y por las turbulencias económicas. Si no se le pone coto vestiremos todos de rojo y blandiremos un Hongqi.
"La movilidad que queremos" ¿quien ? pregunta a un agricultor o a un trabajador que tiene que irse a vivier a tomar por culo del trabajo que son muchos millones de personas.
Yo creo que esto rebasa ya lo tolerable. Lo que no comprendo es que no estemos todos a la puerta de Moncloa con los chalecos amarillos y las antorchas. Lo que nos pase nos lo merecemos, nos lo hemos ganado a pulso por cómodos y por no tener sentido de que nos utilizan.
Pues eso.