Hace apenas cuatro meses me compré el V40 CC en un azul precioso. Tras algunos mal entendidos con el concesionario que se arregló todo sin problema a los 15 días comienza un ruido al girar en algunas rotondas y curvas. Lo llevo y me dicen que son las pastillas d efreno que vibran, me ponen una silicona y perfecto. Pero a los pocos días continúa el ruido. Es parecido al que hacen los coches al derrapar en las películas. Me cambian un buje, otro día me cambian otra pieza, otro día la dirección. Cada vez que entra en el taller es lo mismo, a ver si ahora ya no suena, pero nada, sigue sonando. El taller ha grabado el sonido y lo ha mandado al centro de formación (no se exactamente lo que es) para que les den una orientación. Por fin me llaman y le hacen otra intervención. En cuatro meses cuatro intervenciones, entre unas cosas u otras una semana sí y otra no estoy en el taller. Después de la última intervención el ruido sigue. He presentado una hoja de reclamaciones por que ya no quiero ese coche, han sido incapaces de arreglarlo.
Por otro lado ya todo son dudas y malestar. El día que llegué a presentar la reclamación ni me preguntaron por que la presentaba ni si el coche estaba bien o mal, se limitaron a darme la hoja y nada más. La verdad es que la experiencia con el concesionario de Granada y el taller de Granada ha sido muy molesta. Desde un continuo cambio de precio antes de comprar el coche hasta una dejadez enorme en el problema.
Para más molestia me acaba de llamar una señorita de parte de los talleres para preguntar como había ido la reparación. Hace dos semanas que presenté la reclamación y esta señorita me dice que no tenía constancia. ¡Qué descontrol tiene esta gente!
El caso es que yo sigo con mi flamante y ruidoso V40 CC y se me agota la paciencia. Compré un Volvo pensando que era una marca que ofrecía garantía, fiabilidad,... pero nada más lejos: coche defectuoso y garantía ¿dónde?.
Por otro lado ya todo son dudas y malestar. El día que llegué a presentar la reclamación ni me preguntaron por que la presentaba ni si el coche estaba bien o mal, se limitaron a darme la hoja y nada más. La verdad es que la experiencia con el concesionario de Granada y el taller de Granada ha sido muy molesta. Desde un continuo cambio de precio antes de comprar el coche hasta una dejadez enorme en el problema.
Para más molestia me acaba de llamar una señorita de parte de los talleres para preguntar como había ido la reparación. Hace dos semanas que presenté la reclamación y esta señorita me dice que no tenía constancia. ¡Qué descontrol tiene esta gente!
El caso es que yo sigo con mi flamante y ruidoso V40 CC y se me agota la paciencia. Compré un Volvo pensando que era una marca que ofrecía garantía, fiabilidad,... pero nada más lejos: coche defectuoso y garantía ¿dónde?.