Simple y llanamente, una maravilla de coche. Sobrio, elegante, diseño de corte deportivo, perfectamente proporcionado y con una presencia que desborda calidad y grandeza. Una apuesta muy diferente al "sota, caballo, rey" del trío alemán, del que por cierto considero ya un poco sobrevalorada, teniendo opciones súper interesantes como Lexus, Jaguar o Volvo a la vanguardia.
Y eso de que la trasera es muy Renault es una opinión muy respetable, pero, personalmente, no tiene nada que ver. Es más, es una trasera muy personal de la marca y que nada tiene que ver con ninguna otra trasera de otra marca.