”Las cajas de cambios DCT suavizan las transiciones entre marchas desde los años 40. Te contamos su vida, milagros… y cómo cuidarlas.
Una caja de cambios manual con automatización. Parece una paradoja, pero no lo es. Al contrario, se trata de una realidad muy extendida en Europa y cada vez más en China. Hablamos de las cajas DCT (Dual Clutch Transmission), es decir, de doble embrague, también conocidas como DSG (Direct Shift Gearbox) en el grupo Volkswagen o EDC (Efficient Dual Clutch) en el caso de Renault.
Para entendernos, contar con una de estas cajas de cambios DCT en un vehículo es parecido a disponer de dos cajas manuales con los engranajes sincronizados. Una de ellas controlaría las marchas pares y la otra, las impares, cada una con su embrague independiente.
El paso de una marcha a otra se produciría a través de estos embragues suavemente, sin golpes, y muy rápidamente a través de un control electrohidráulico con un sistema electrónico que permite preseleccionar la siguiente marcha. Por eso son cajas manuales, pero automatizadas.
¿En qué sentido son mejores que las manuales convencionales? Sobre todo, porque en comparación consumen menos energía y ofrecen las ventajas de un cambio secuencial automático. En concreto, el ahorro de combustible sería del 15%, con la consiguiente disminución de las emisiones.
Más veteranas de lo que piensas
¿Sabías que las cajas de cambios de doble embrague aparecieron en los años 40 del siglo XX? En concreto, se inventaron para eliminar la tracción al cambiar la marcha.
Tras unos 40 años en los que la idea no convenció lo suficiente, Porsche la rescató para su bólido 962C, que equipaba una de estas cajas. La producción en serie de estos elementos comenzaría en 2003 con el Volkswagen Golf y poco a poco se iría extendiendo entre las demás marcas.
En cuanto a los fabricantes de cajas de cambios DCT, se trata de las empresas Borg Warner (Volkswagen, Audi, Bugati, Nissan y Fiat), Getrag (BMW, Ferrari, MB, Mitsubhisi, Renault y Volvo) y ZF (Porsche).
Embragues secos y embragues húmedos
Respecto a los tipos de cajas de cambios de doble embrague DCT, existen dos principales: las de embragues secos y las de embragues húmedos. Las primeras cuentan con un llenado de aceite de por vida, con una capacidad de dos litros, y sus embragues no son lubricados. Las segundas, sin embargo, cuentan con un volumen de aceite de unos siete litros y requieren cambios de lubricante cada 40.000-80.000 km, según las especificaciones del fabricante. En estas últimas, los embragues, que se mueven hidráulicamente, necesitan lubricación.
Como las cajas de cambios DCT de embrague húmedo transmiten los pares más altos, con unos 700 newton por metro, son las más utilizadas en todo tipo de coches. Una de las principales razones de su mejor rendimiento reside en la mejor refrigeración de los embragues húmedos, de la que se encarga el propio aceite, en comparación con la de los embragues secos, que depende del aire que rodea la caja.
Más diferencias: las DCT secas llevan el aceite de una caja manual, que lubrica los engranajes, rodamientos, sincronizadores y los elementos internos. Actualmente se suele emplear un lubricante 75W MT para favorecer el ahorro de combustible y proteger adecuadamente los sincronizadores. Sin embargo, el aceite en las DCT húmedas, además de lubricar la propia caja, debe actuar como refrigerante de los embragues y facilitar su trabajo al estar en contacto con ellos. Por eso no se puede utilizar el mismo lubricante que se usa para una caja manual.
Una vez que ha quedado claro que las cajas húmedas son más complejas que las secas, ya no resulta extraño saber que requieren cuidados específicos. Es necesario que el aceite que llevan lubrique los embragues y engranajes, los rodamientos y sincronizadores, además de actuar como hidráulico en la zona de embragues y engranajes, evitar el desgaste y la corrosión, así como actuar como refrigerante de la zona. Son muchos requisitos que hacen que el lubricante deba dar la talla.
Aceites específicos para cajas DCT
Ante estas demandas, se han formulado lubricantes con características específicas para cajas DCT. En concreto, deben ser productos especialmente cuidadosos con la zona de embragues y el sistema mecanotrónico, que también va bañado por el aceite.
En esta zona, un excesivo sobrecalentamiento puede dar problemas en los solenoides, los canales hidráulicos y las placas de los circuitos electrónicos. Además, si existe corrosión aquí se pueden producir fallos en la caja. Esta área también es especialmente sensible a la temperatura, que puede afectar al sistema de regulación. Por eso, el aceite debe mantenerla a raya, es decir, a menos de 140ºC.
Como consecuencia, los lubricantes que se utilicen en las cajas de cambios DCT de embragues húmedos deben tener una estabilidad térmica y una resistencia a la oxidación (bases de síntesis) elevadas. También deben tener una alta capacidad para limpiar los residuos y aguantar las altas cargas de los engranajes, además de asegurar la regulación de los embragues y la gestión hidráulica con su viscosidad.
Por todo ello, aunque ya hemos comentado que no se pueden utilizar lubricantes de cajas de cambios manuales para las DCT húmedas, lo cierto es que tampoco sirven los típicos para cajas de cambios automáticas, como los ATF o los Dexron. Para las cajas DCT húmedas es necesario emplear un aceite que reúna propiedades de todos ellos, lo que se traduce en un nuevo tipo de lubricante que depende fundamentalmente de las características del diseño de estas cajas especiales.
Así que no lo olvides: si quieres que una caja de cambios DCT húmeda se mantenga como el primer día, es necesario emplear un aceite de calidad que cumpla con todas las normas o niveles que indica el fabricante.”
Fuente : Blog Total España .